14 Fotos de una Boda Siria que Demuestran que el Amor Sobrevive a Todo
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Las explosiones. No podía evitar notarlas mientras caminaba por las calles del centro de Damasco en agosto 2015.
La vida concurría normalmente – los dueños de las tiendas vendiendo comida, parejas tomadas de la mano, autos tocando la bocina, niños corriendo – y luego se escuchaba un gran BOOM.
Vine a Siria para descubrir cómo era la vida en este país para las comunidades Cristianas – alrededor de un 10% antes de la guerra.
Los Cristianos han vivido en Siria por más de 2,000 años – Jesús caminó, predicó y enseñó en estas tierras de acuerdo con la Biblia – pero el conflicto incesante ha sido tan brutal que me preguntaba si esa parte de la historia había llegado a su fin.
Un par de días luego de mi llegada, estaba parado afuera de mi hotel cuando vi un festejo de boda que se dirigía a la Iglesia al- Zaitoun Griega Católica, a solo unas cuadras de distancia.
Esta alegre celebración hacía tal contraste con el contexto brutal de la guerra que decidí tomar mi cámara de fotos y seguirles.
Pensé que podía pasar por uno de los fotógrafos del matrimonio si continuaba sacando fotos.
De pronto sentí como si estuviera en un boda en cualquier otro lugar del mundo, alejado de las explosiones, el miedo y la violencia.
Cuáles serán los planes para el futuro de esta jóven pareja, me pregunté.
¿Estarán pensando en emigrar como lo están haciendo tantos sirios?
¿Aún se sentirán bienvenidos aquí, una tierra que han habitado por dos milenios?
“Este ya no es nuestro país,” me dijo uno de los invitados de la boda. “Los islámicos nos aterrorizan para que nos vayamos,” agregó un amigo de él.
Oí una evaluación similarmente sombría del sacerdote: “No hay bandos [en esta guerra] que se interesen por el futuro de los Cristianos. Nosotros somos el sacrificio de la guerra.”
“La guerra ha hecho que la vida sea peligrosa y cara,” dijo el padre de una adolescente que tenía un hija pequeña. “Cada día cuando salimos de nuestra casa no sabemos quien va a regresar.”
“Estamos considerando irnos, porque estamos cansados, pero nadie nos otorga visas,” dijo un invitado que era un economista retirado.
Pero con el conflicto en su quinto año, algunos padres comienzan a pensar que el futuro no tiene porqué ser tan negro para sus hijos, claro las cosas han cambiado, pero si mantienes a la familia unida y a la tradición viva siempre habrá esperanza.
Pregunté si había algo que el oeste pudiera hacer para ayudar. “Dejen de apoyar a la oposición, dejen de apoyar a los grupos armados en Siria,” fue la respuesta que me dieron.
Al final de la noche llegaron unos minibuses – que es el transporte público de Damasco – a recoger a algunos de los invitados.
Y los recién casados se fueron al último, felices y esperanzados.
Durante mi tiempo en Siria, vi lo profundo que corrían las raíces Cristianas. Mi hotel estaba en la misma calle donde se bautizó al apóstol Pablo. En una aldea que visité, Sadad, las personas aún hablaban en Arameo, el idioma de Cristo.
A pesar de la larga historia del Cristianismo en este país, el contexto de la guerra amenaza su supervivencia. Pero el espíritu de los Cristianos que conocí me llena de esperanza de que no será así. El día de la boda sentí que la fuerza de la fe y del amor eran tan fuertes que ninguna bomba será capaz de destruirlos.
Me fui lleno de alegría al ver que en medio de un contexto de guerra, aún había personas que encuentran una fuente de felicidad dentro de sí mismas y me conmovió profundamente ver que en sus caras brillaba una sonrisa tan llena de esperanza e ilusión de un futuro mejor.
Todas las imágenes fueron tomadas por Flavius Mihaies.
Via: Upworthy
