Las Personas Sensibles No Son Débiles, en Realidad Son Líderes Innatas

¡Tu Fuente de Energía Positiva!

La sensibilidad probablemente es la cualidad menos valorada del mundo. Es frecuentemente asociada a la fragilidad y debilidad cuando en realidad es la tremenda fortaleza.

Las personas sensibles son perspicaces e inteligentes tanto para reconocer y comprender sus propias emociones. También son  lo suficientemente valientes como para exhibirlas en público.

Muchos de nosotros preferiríamos vivir en negación que reconocer nuestra vulnerabilidad. Debido a esto nunca conquistamos nuestros más grandes miedos y obstáculos internos.

El mundo necesita más almas sensibles, ya que son innatamente más conscientes de sí mismas y más empáticas. Los individuos con esta cualidades son líderes naturales.

Los grandes líderes poseen una alta inteligencia emocional. Se entienden tanto a ellos mismos como a los demás, lo cual es un producto de su propia sensibilidad.

No puedes guiar a otros si no te conoces a ti mismo

sens1La importancia de ser un líder consciente de si mismo es capturado de buena manera por este proverbio latino:

Es absurdo que un hombre que gobierne a otros no sea capaz de gobernarse a sí mismo.

Si no tienes un entendimiento de tu funcionamiento interno y de lo que motiva tus decisiones entonces no estarás en una posición fuerte para guiar a otros.  

Encontrarte a ti mismo tiene que ver con llegar a un acuerdo con tus emociones y lo que las dicta. Requiere una honestidad un tanto bruta acerca de tus sentimientos. Requiere sensibilidad.

Ser líder no se trata de obtener cierta posición, se define por si eres capaz o no de hacer sentir a las personas a tu alrededor un poco menos perdidas y desorientadas en la travesía de la vida.

Pero no puedes ayudar a otros a encontrar su camino por la vida si es que tu aún no descubres el tuyo.

Los individuos con un gran sentido de sí mismos son más confiados y prácticos y naturalmente inspiran a los demás a confiar en ellos.

También saben reírse de ellos mismos, lo que les ayuda a mantener tanto la perspectiva como la sanidad.

Daniel Goleman ha hecho un trabajo escrito extensivo en cuanto a la inteligencia emocional y el liderazgo. Sus investigaciones han demostrado que las personas emocionalmente inteligentes están mejor preparadas para ser líderes.

En sus palabras: 

La consciencia de sí mismo es el primer componente de la inteligencia emocional.

La consciencia de sí mismo significa tener un entendimiento más profundo de las propias emociones, fortalezas, debilidades, necesidades y motivaciones.

Las personas con una alta consciencia de ellos mismos no son exageradamente críticos ni mantienen una esperanza poco realista. En vez, son honestos –  con ellos mismos y con los demás.

El liderazgo pobre es una consecuencia de la inseguridad, de la falta de autenticidad y de tener una mente cerrada. Estas cualidades frecuentemente hacen que las personas se tornen crueles hacia los demás. Cuando no te entiendes ni te gustas a ti mismo, las personas a tu alrededor se convierten en chivos expiatorios.

Las personas sensibles tienen una extrema ventaja en este aspecto, ya que tienen un entendimiento profundo de sus emociones y de su identidad. Esto es precisamente por qué están mejor preparados para ser líderes.

No puedes guiar sin empatizar

bellasPiensa en los peores jefes que hayas tenido.

Es probable que hayan sido egocéntricos, terribles para escuchar y profundamente inseguros.

Seguramente nunca exhibieron compasión por los demás y estaban completamente absorbidos en sí mismos. Consecuentemente, te hacían sentir miserable y empeoraban tu rendimiento.

Ernest Hemingway una vez dijo:

Cuando las personas hablan, escucha completamente. La mayoría de las personas casi nunca escuchan.

Los grandes líderes son grandes oyentes. Escuchan con empatía, e intentan sinceramente ponerse en los zapatos del otro.

Consecuentemente, construyen confianza, alivian el descontento y ayudan a catalizar soluciones a varios problemas y lamentos.

Hay una cantidad de evidencia que muestra que los empleados se encuentran más satisfechos cuando tienen jefes compasivos y empáticos.

Correspondientemente, los estudios muestran que los empleados felices son más productivos, creativos y colaborativos.

En otras palabras, el liderazgo compasivo es universalmente beneficioso.

Como dice Emma Seppälä, Directora de Ciencias del Centro de Compasión y Altruismo de la Universidad de Stanford:

Los jefes puede que escondan su compasión por miedo a parecer débiles. A pesar de esto, la historia está llena de líderes que eran altamente empáticos y poderosos – la Madre Teresa, Martin Luther King y Desmond Tutu, por nombrar a algunos. 

Eran líderes tan fuertes e inspiradores que las personas dejaban todo por seguirles.

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Así es, contrariamente a la opinión popular, los verdaderos líderes no son dominantes y estoicos, sino cooperativos y emocionalmente abiertos.

El mundo sería un lugar decididamente mejor si más personas en las posiciones de liderazgo fueran sensibles, empáticas y compasivas.

Como dijo una vez el Dalai Lama: 

El amor y la compasión son necesidades, no lujos. Sin ellos la humanidad no puede sobrevivir.

El sufrimiento humano es frecuentemente causado por la inhabilidad de entender las perspectivas y los sentimientos de otros.

Si verdaderamente deseamos progresar como especie, necesitamos aceptar nuestras emociones además de buscar entender las emociones de los demás. 

Los líderes más grandes entienden que la compasión levanta el espíritu tanto de quien la da como de quien la recibe. 

Via: John Haltiwanger