Las Personas Que Llaman en Vez de Mensajear Son Más Relajadas y Espontáneas

¡Tu Fuente de Energía Positiva!

Tengo una confesión: Soy terrible para responder a los mensajes de texto.

La verdad es que prefiero mil veces tener una conversación por teléfono, pero el problema es que rara vez encuentro el momento y el lugar perfecto para hacerlo.

Por esa razón muchas veces recurro a mensajear en vez de llamar, aunque me gustaría más lo contrario.

Hablar por teléfono en público puede ser mal educado (y muchas veces está prohibido en ciertos lugares), y teniendo amigos y familias con horarios tan diferentes muchas veces es difícil acordar una hora específica para poder hablar.

Las Personas Que Llaman en Vez de Mensajear Son Más Relajadas y Espontáneas

Mensajear es mucho más conveniente en este sentido. Te permite mantener una conversación privada en cualquier lugar y sin tener que cambiar tu horario.

Aún así, simplemente no soy buena mensajeando. Algunas veces contesto mensajes días después, cuando ya han perdido su relevancia.

No hay un sentido de urgencia ni de importancia con los mensajes de texto, dejan las cosas muy abiertas. Además son más impersonales, por lo que sentimos que podemos dejarlos de lado y contestar cuando queramos.

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Pero cuando recibo una llamada se que alguien me esta tratando de ubicar y eso me emociona y me genera curiosidad para qué lo está haciendo. En este sentido, incluso antes de contestar, un llamado es mucho más comunicativo que un texto.

Siento una extraña sensación de nostalgia por los días en los que cogía el teléfono fijo de mis padres y llamaba a mis amigos a sus casas. De hecho, creo que aún me siento unos cuantos de esos números de memoria. Era diferente, la llamada telefónica no sólo te acercaba a la persona a la que llamabas, sino que también a su entorno, quizás te contestaba su madre, hermana o quien fuera y tenías una pequeña conversación con ellas,  aunque en ese momento te diera pereza tenerla, de alguna manera era algo que aportaba a tu vida y a tu relación con  tu amigo.

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Pero eso se fue transformando con el transcurso de los años, y entre las escuela y el término de la universidad las llamadas a los hogares de mis amigos pasaron de “frecuentemente” a “nunca”. Esto fue reemplazado por los mensajes de texto, lo cual es un intercambio impersonal de “LOLs” “TQM” y emoticons.

Sí, mensajear es indudablemente más eficiente que llamar en la mayoría de los casos, pero también es bastante robótico y poco social. La verdad es que prefiero tener una conversación con la otra persona porque me da una sensación más cercana respecto a lo que el otro siente o piensa. Es muy difícil leer emociones en los mensajes, incluso si tienen emoticons.

Bueno, el hecho es que el hábito de hablar por teléfono está desapareciendo como lo han hecho tantos otros hábitos tecnológicos en el pasado, como mandar fax por ejemplo. Hay estudios que muestran que el 80% de los usuarios de un Smartphone usan más la mensajería que la llamada.

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Además se encontró que un 80% de los adolescentes se mandan mensajes como forma preferida de comunicarse con sus mejores amigos.

Como habrás notado, mensajear pareciera estar atado a un deseo de control, dado lo cuál algunos teorizan que la mensajería estaría perjudicando nuestras habilidades interpersonales.

En otras palabras, al mensajear en vez de conversar, nos estamos poniendo cada vez menos espontáneos.

La conversación es una habilidad que se debe cultivar. Cuando te comunicas más digitalmente que verbalmente evitas la conversación y por ende no la estas ejercitando, lo que te vuelve cada vez menos espontáneo en ese tipo de interacción.  

Sherry Turkle es una psicóloga del MIT y experta en tecnología y comunicación. En sus palabras: 

La complejidad y desorden de la comunicación humana se ve limitada y dejada de lado con la mensajería.  Es la resolución de esas cosas complejas las que mejoran las relaciones interpersonales.

En palabras sencillas, uno podría argumentar que aquellos que llaman en vez de mensajear tienen mejores habilidades sociales y desarrollan relaciones interpersonales más fuertes. Son más espontáneos porque no le temen a la conversación, obviamente asumiendo que fuera del mundo virtual también les gusta desarrollar sus habilidades conversacionales.  

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Turkle explicó al NPR que las personas jóvenes perferian no hablar por teléfono porque “no puedes controlar lo que vas a decir, y no sabes cuánto tiempo te va a tomar o hacia donde podría ir.”

Esto sugiere que se sienten más ansiosos sobre las llamadas telefónicas y les gusta tener una mayor sensación de control sobre lo que comunican. Desde esta perspectiva podríamos decir que hay algo más relajado acerca de las personas que prefieren las llamadas a los mensajes –  es más espontáneo.

La risa es mucho más poderosa y contagiosa que “LOL”. El sarcasmo es mucho más detectable cuando se dice y el enojo es mucho más discernible en el tono de voz de una persona que mediante un texto escrito.

La comunicación verbal es una de las ventajas, fortalezas y dones más grandes de la raza humana – es vital para nuestra supervivencia.

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Somos una especie inherentemente social y dependemos de los vínculos que formamos para poder enfrentar los desafíos que se van presentando a lo largo de la vida.

No hay nada de equivocado con mandar mensajes, pero pienso que si tenemos la capacidad para usar nuestra voz ¿por qué no hacer buen uso de ella?

Así es, hoy en día las personas evitan las llamadas como si fuera la plaga, pero el cambio es inherente a la vida, y nada se saca con luchar contra el cambio, sino más bien hay que abrirse y aceptarlos y también saber disfrutar de sus beneficios.

Via: Elite Daily