9 Decisiones Diferentes que Tomaron las Personas Felices

Sorpresa, sorpresa… las personas felices viven sus vidas de manera diferente. No es que tengan vidas diferentes, simplemente se la toman de mejor manera que las personas infelices.

La felicidad es el resultado de una interpretación subjetiva de la percepción. Por supuesto, no siempre elegimos todas las cosas que percibimos – la vida sí nos tira cosas en el camino.

Sin embargo, casi siempre, nos encontramos en determinadas situaciones porque hemos tomado diferentes acciones y decisiones anteriormente. Es la forma en la que vives la vida que tienes lo que determina el nivel de felicidad que alcances.

Estas son algunas decisiones que toman las personas felices:

1. No se toman la molestia de intentar simpatizar a todo el mundo – principalmente porque no les interesa complacer a todos.

Se gustan a sí mismas porque se han vuelto amigas de ellas mismas. Han descubierto que el secreto para ser feliz es conocerse, aceptarse y amarse a uno mismo. Tienen claros sus defectos y sus virtudes y buscan mejorarse constantemente. Y es por eso que la gran verdad de las cosas es que si te caen bien, mal o no te importan, a ellas no les hará la gran diferencia.  

Hacen lo que hacen porque lo han decidido, no buscan aprobación o aceptación de los demás, esto no significa que no le importen los otros, sí importan, pero ellas respetan al otro como es y no busca cambiarlo, tal como esperan que nadie busque cambiarlas a ellas.

2. Hacen las cosas porque quieren hacerlas, no porque estén obligadas a hacerlas.

No creen en las obligaciones absolutas, creen que las cosas que hacen se deben a decisiones y acciones deliberadas. Si están haciendo algo, yendo a alguna parte, participando en algo, es porque eso es exactamente donde, cuando y con quién quieren estar.

3. Ellas aman a sus amigos, pero no dependen de ellos.

Los amigos son algo engañoso porque no son realmente de uno ¿cierto? No se pueden poseer. Ellos son dueños de sí mismos y tienen sus propias metas y necesidades. Las personas felices han aprendido a entender y respetar eso, y dan mucho por sus amigos, pero tienen sus momentos de independencia y no condicionan su felicidad con las otras personas. Establecen relaciones amistosas basadas en el respeto, la aceptación y el amor geniuno.

4. Cuando les preguntan ¿y tú que haces? No responden con su título profesional.

Te cuentan acerca de las cosas que están haciendo en sus vidas – los lugares que han visitado, los proyectos en los que estén involucrados, sus planes, sus sueños, etc. Cuando les preguntas que hacen, responden lo que están haciendo con sus vidas, no el trabajo que tienen que tener para poder pagar aquello que les gusta hacer con sus vidas. El secreto de estas personas es que han aprendido que no sirve de nada esperar a vivir la vida que quieren, más bien hay que vivir la vida que se quiere. Cómo vives el momento es lo que determina tu felicidad.

5. Cuando les preguntas dónde viven dicen: “En el momento…”

Las personas felices tienden a moverse un poco. Quizás es porque el movimiento externo les ayuda a mantenerse movilizado internamente, o porque les encanta viajar, o porque les gusta conocer a gente nueva, lugares nuevos o simplemente porque no han encontrado el lugar donde quisieran asentarse. Lo que pasa es que las personas felices ven el mundo como su hogar, y les gusta explorarlo. No significa que si no viajan no sean felices, al contrario, cuando se sienten cómodos en el lugar donde están eligen quedarse ahí por el tiempo que sea, lo importante es que conocen el valor de apreciar el momento presente como el único y verdadero momento importante.

6. Tienen sus propias filosofías de vida.

No necesitas un libro que te diga cómo vivir tu vida. Puedes vivir de acuerdo a tus propios ideales y filosofías de vida, siempre y cuando éstas no sean dañinas para otros y que sus verdades te hagan sentir completo.

7. Aceptan la impermanencia de las cosas.

Las personas más felices son aquellas que no se aferran a las cosas. Siempre disfrutan de lo que les aporta el momento presente, pero no generan apegos con ellas, porque conocen una gran sabiduría de la vida “todo cambia, nada permanece”. Es con esta mirada que realmente valoran la vida y poco a poco dejan de temer a la muerte, y su felicidad crece a diario.

8. Ven el mundo como un sin fin de posibilidades

No creen que el mundo sea de una sola manera o que exista una sola forma de vivirla. En vez de eso, ellas piensan que son gestoras de su propia realidad. Saben que todos nosotros vivimos en una realidad que nos construimos nosotros mismos, obviamente existen factores externos que determinan muchas cosas, pero cada uno elige vivir esos factores de una manera u otra. Las personas felices deciden vivirla de una manera feliz.

9. No buscan cambiar a los demás, aprenden a aceptarlos.

Las personas felices han llegado a la conclusión de que no es justo buscar cambiar a otros para que calcen con sus propias ideas y aspiraciones de cómo deberían ser. De hecho, al respetar a otro en su naturaleza es también una forma de decir al mundo que a ellos les respeten porque quienes son también. Si alguna vez tienen una diferencia grande con otra persona, la cual les cuesta trabajo aceptar, deciden no gastar energía en cambiar al otro, sino que analizan qué les sucede a ellos con aquello que no le gusta de la otra persona. Es con este pensamiento que las personas felices crecen y se mejoran continuamente, y con su ejemplo logran que las demás personas crezcan con ellas. Una persona feliz respeta y es respetada por los demás, y eso les llena infinitamente más que si todos hicieran exactamente lo que ellos quisieran.