El Desarrollo Espiritual Merece Tanta Prioridad Como el Trabajo y el Cuerpo

Es vital que las personas nos pongamos metas. Esta es una buena práctica no sólo para la búsqueda espiritual, pero para todos los aspectos de la vida. 

Si queremos tener una profesión particular, necesitamos dedicarle tiempo a los estudios. Si queremos tener una cierta cantidad de dinero, necesitamos planificar nuestros ahorros. Si deseamos desarrollar un determinado hobby o talento, necesitamos practicar constantemente para desarrollar una competencia. De la misma forma, si deseamos desarrollar el lado espiritual de nuestra vida y empoderar nuestro espíritu, entonces necesitamos dejar tiempo para eso también.

Muchas veces las personas dejamos nuestros objetivos espirituales como última prioridad. Hacemos todas las cosas que queremos/tenemos que hacer en un día, y luego si nos queda tiempo lo dedicamos a nuestras búsquedas espirituales. Pero, bastante seguido, nos quedamos atrapados en las redes de los quehaceres y no queda más tiempo para alimentar nuestro espíritu.

Ya sea que eres católico, judío, musulmán, budista, yogui, ateo o que no tengas una religión en particular, las cosas son así: si logras dejar al menos unos minutos a la semana para las búsquedas espirituales y tener ciertos espacios sagrados para ello en tu vida, y luego disponerte a hacer el resto de tus quehaceres, entonces podrás alcanzar tus objetivos espirituales.

La clave para hacer de lo espiritual una prioridad es evaluar la importancia que le damos en relación a otras cosas, como por ejemplo el ejercitar el cuerpo. Es increíble dedicarle tiempo al cuidado del cuerpo, pero también es increíble dedicarle un tiempo a nuestro espíritu. Si has logrado dejar esa hora o dos para ir al gimnasio, sin duda que puedes destinar el tiempo que quieras a tu desarrollo espiritual.

Deja un espacio en tu vida para leer, ver videos, rezar/meditar, ir a charlas, pertenecer a una comunidad, etc. Anótalo en tu agenda y podrás visualizar su importancia. El tiempo y energía que dedicas al desarrollo espiritual lo decides tú, y lo que decidas está bien. Pero lo lindo de dedicar y empoderar al espíritu, es que después comienzas a ver cómo se desarrollan también otras partes de tu vida.

Un espíritu activo tiene una gran fuerza de empuje, te ayuda a perder miedos, te ayuda a conectarte con tu propia sabiduría, encuentras alegría, encuentras paz y te sientes parte de un todo más grande que tu propia individualidad y todo eso te inspira y te hace que crecer en varios otros aspectos de tu vida.

Dedícale un tiempo a tus inquietudes espirituales, ¡por algo existen y por algo no se van!

Via: Deccanchronicle