Algunos Sencillos Trucos Para Elegir la Fila Más Rápida y Ganar Tiempo en la Espera

Desde hace más de un siglo, diversos científicos y ensayistas se han propuesto adivinar de qué manera podemos acabar con el estrés que generan las colas. Un libro recoge todos los hallazgos.

Con el objetivo de entender mejor el funcionamiento de las colas y cómo el hombre reacciona ante ellas, David Andrews ha publicado ‘Why Does the Other Line Always Move Faster?’ (Workman Publishing). El autor empezó a entender mejor el funcionamiento de las colas tras su paso por la marina, donde eran habituales. Y no tiene buenas noticias: siempre que hagamos cola, estamos condenados a pasarlo mal. En principio, es una mera cuestión de percepción. Si estamos en la cola más rápida, no notaremos ninguna diferencia. Si estamos en la lenta, nos daremos cuenta inmediatamente y nos sentiremos fatal, envidiando a los vecinos de al lado y castigándonos por haber elegido mal.

No obstante, hay pequeños trucos que pueden ayudarnos a seleccionar la mejor cola:

1. Elige la cola que tenga más hombres. Ellos suelen ser menos pacientes que las mujeres y es posible que se rindan antes, dejando sus cestas y marchándose.

2. Elige la cola de la izquierda mejor que la de la derecha. La mayoría de las personas son diestras e, instintivamente, tienden a ir hacia la derecha. Es probable que la cola de la izquierda tenga a menos personas.

3. No uses la caja rápida. No se trata del número de ítems que tengas por pagar lo que dicta la velocidad de la cola, es el número de personas que tienes delante.

4. Si es posible, únete a la caja de solo pago en efectivo, ya que suelen avanzar más rápido que las colas en cajas que admiten pago por tarjeta.

5. Si te encuentras con tres colas, no elijas nunca la de al medio. Tendrás menos posibilidades de ir más rápido que si escoges cualquiera de las otras.

6. La cola única, donde eres avisado mediante número para que te dirijas a la caja disponible, pueden parecer enormes, pero, de hecho, avanza mucho más rápido que las líneas individuales.

Esos son los pequeños trucos que, a nivel personal, podemos utilizar para avanzar más rápido (o que al menos lo parezca).

A pesar de que Andrews postule que tanto nuestra mente como nuestras probabilidades estén en nuestra contra a la hora de hacer colas, el autor termina su estudio con una nota positiva. Dice que poco a poco las colas irán desapareciendo, a medida que nuestros teléfonos móviles empiecen a implantar sistemas que calculen el tiempo que tardamos en realizar determinadas actividades, como ocurre con el tráfico en Google Maps.

Via: El Confidencial